Guía de Cuidados de las Orquídeas Nativas
Si bien el cultivo de las especies nativas no es muy exigente, le damos algunos tips generales que debe tener en cuenta para un cultivo exitoso. Si aun no tenes tu combo de orquídeas nativas conseguilo aca
UBICACIÓN
Ubicarlas en un lugar con mucha claridad, pero nunca sol directo (excepto en invierno, si el sol de la mañana es suave).
Cuanto más húmedo sea el sitio donde las ubique mejor.
Lo ideal sería bajo un árbol para que estén más resguardadas, (puede atar el tronquito al árbol, para que con el tiempo se pasen a su corteza), también puede colocarlas bajo el árbol suspendidas en el aire con ayuda de un gancho de alambre.
- Otra opción es en una galería bajo techo. Si las coloca en interior debe ser cerca de una ventana donde reciba claridad. Pero debe tener cuidado con el aire acondicionado y calefacción ya que secan mucho la humedad del ambiente.
- Debajo de otras plantas que le proporcionen humedad podía ser un sitio adecuado.
No debe quitarlas del tronco, ni colocarlas en maceta o tierra.
*Debe protegerlas de las heladas, si en su zona suelen caer, ya que las mismas queman las plantas.
También pueden estar bajo media sombra, superiores al 50% de sombreado.
RIEGOS
Apenas recibe las orquídeas, recomendamos sumergirlas en algún recipiente con agua durante unos 3 a 5 minutos.
Este proceso lo puede realizar 3 días consecutivos, de esta forma las orquídeas recuperan su hidratación rápidamente.
Luego del proceso de rehidratación, proceder a regarlas de manera general:
Los riegos en verano deben ser cada 2 (dos) días para aquellas orquídeas que están montadas en troncos, y deberá ser con abundante agua, (procurando mojar bien la planta y la zona de las raíces), y cada 3 (tres) o 4 (cuatro) días para aquellas que estén en sustrato y en maceta, (en este último caso chequear la humedad en el sustrato, cuando este seco completamente es momento de volver a regar).
Si hay días de mucho calor y el clima es muy seco puede complementar los riegos con pulverizaciones, de esta forma ayuda a mantener la humedad. Si es necesario puede frecuentar más los riegos en esos días de calor intenso.
Nunca debe regarlas solo con pulverizaciones, no se logra mojar bien toda la planta y suele secarse muy rápidamente. (Este método es solo para usarlo como complemento).
Un indicador natural para saber si nuestras orquídeas necesitan más frecuencia de riego, es ver sus pseudobulbos, si estos comienzan a arrugarse demasiado y achicarse, es indicio que la planta requiere una mayor hidratación.

Una orquídea puede sobrevivir hasta un mes sin agua, pero puede pudrirse por un exceso en menos de 48 hs.
Por este motivo siempre es mejor que le falte agua y no que reciba mucha humedad de golpe.
Es prudente ir aumentando la hidratación de a poco, y guiarse por cómo se van adaptando al clima de su localidad.
Llegando el otoño se van reduciendo los riegos periódicamente, 3 veces por semana, luego 2 veces por semana… hasta llegar el invierno donde deben regarse una vez por semana o cada 10 días.
El frío las hace entrar en reposo y como las orquídeas retienen agua, un exceso de riego las estresa y puede generar pudrición en sus raíces o pseudobulbos.
En esta época es normal que vea algunas hojas amarillas y que caigan. No se preocupe luego brotarán hojas y pseudobulbos nuevos.
Llegando la primavera se vuelven a incrementar los riegos.
Tips
Si desea fertilizarlas, debe hacerlo cada 15 días con algún abono balanceado, y suspenderlo en invierno.
Siempre debe humedecer las plantas previo a Fertilizarlas.
Si nota que algunas hojas tienen machas blancas, no se preocupe, se trata de líquenes, los cuales no afectan a la planta.
Suelen proliferar cuando las condiciones ambientales mantienen una humedad muy alta. Generalmente en otros climas no se desarrollan y las hojas nuevas ya no los tendrán.
Puede removerlos con un algodón humedecido en agua tibia, o con alcohol al 40 %. (Pero no es Necesario).
